Valencia… la ciudad de las flores, la luz y el color es también la gallina de los huevos de oro de la Dirección General de Tráfico. En la ciudad tenemos cerca de 100 radares entre los fijos, móviles, de tramo, de cinturón y de semáforo. Para conocer más datos sobre la localización de los mismos, puedes usar el buscador de Autofácil pero al final la apuesta más segura será siempre respetar la normativa de límites de velocidad.
Parece que algo no funciona en las carreteras cuando el radar más prolífico de toda España está aquí mismo, en Valencia. En el listado de AUTOMOVILISTAS EUROPEOS ASOCIADOS (AEA) sobre los 50 radares que más multas han impuesto, Valencia aparece hasta 3 veces. Eso sí, el puesto número 1 ha implicado que el radar que está en la AP-7 a la altura de Sagunto, haya impuesto casi 60.000 multas en 2019. Esto implica más de 160 multas diarias. Tendremos que esperar para ver las cifras de 2020, y cruzar los dedos para descender en el ranking.
Los radares instalados en cuatro túneles de acceso a la ciudad de Valencia cuentan con un sistema trampa: de las cuatro cajas instaladas, solo hay dos que realmente contienen el radar, y este va variando de lugar aleatoriamente. Y con esto se abre la polémica. ¿Contribuyen realmente a una baja siniestralidad y a una mayor fluidez del tráfico? ¿O son únicamente organismos recaudadores que colapsan las zonas con límites de velocidad poco realistas?
En cualquier caso, la multa más común es por exceso de velocidad, y es difícil que en la era de la inmediatez se trate de convencer al colectivo general de las ventajas de la parsimonia. Puede ser que por eso la Dirección General haya establecido nuevas normas que entrarán en vigor el próximo año, que ya tenemos a la vuelta de la esquina. Los límites de velocidad pasarán a ser de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única (acera y calzada al mismo nivel), 30 km/h para las vías de un único carril por sentido de circulación, y 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido. Hay más normativa que se modificará, y la puedes consultar aquí.
Tal vez estas nuevas medidas mejoren la seguridad vial, pero hay muchos usuarios que desconfían de las buenas intenciones de los radares. Y quizá no sea para menos, puesto que hace un mes, un agricultor valenciano encontró instalado un radar en la propiedad privada de su campo de mandarinas. De este suceso se hizo eco la red social de conductores “Social Drive”, podéis ver en su cuenta de Twitter el video del usuario.
Y si eres de esos que “controlan” perfectamente los radares, debes recordar que ya han empezado a instalarse en España los radares en cascada, que implican la instalación de un segundo radar móvil tras el primero, para sancionar a los usuarios en plena aceleración tras haber superado el radar señalizado.
La DGT recauda cerca de un millón de euros al día en multas, y más allá del afán recaudatorio que puedan tener, existe una máxima por encima de la polémica que influye en la deseada siniestralidad 0. Las normas viales unifican la conducción y permiten que el tráfico vaya “a una”. Si los usuarios aplican normas diferentes en el continuo de la circulación, pueden – y de hecho ocurren – accidentes fatales.
Puede que la mejor manera de luchar contra los radares sea haciéndolos inservibles.
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